El marron glacé es la perfecta simbiosis entre naturaleza y artesanía. Y es que el proceso de elaboración de estas castañas confitadas está cuidado hasta el mínimo detalle. Las castañas son escogidas mediante un minucioso proceso de selección, peladas con un delicado procedimiento con vapor de agua y confitadas con néctar, una por una, mediante un laborioso proceso. El toque glacé, una fina capa crujiente de cobertura glaceada perfumada con vainilla, lo damos para embellecer el producto.

El resultado es una delicada pieza fruto de la entrega y la destreza de nuestros maestros pasteleros.